El arzobispo de Asunción señaló que desde la Iglesia paraguaya comparten «las angustias y tristezas por las situaciones de sufrimiento, marginación, explotación que experimentan muchas mujeres de nuestra sociedad y de nuestra Iglesia».
En ese sentido, Valenzuela destacó las «virtudes» promovidas por el mundo femenino, «como son la vida, el amor, el sacrificio generoso, la libertad y la justicia, la fe y la esperanza, mediante la educación y las experiencias de las relaciones humanas».
El arzobispo asunceno tuvo una mención especial para las madres, quienes «engendran la vida y mantiene unidas a las generaciones», por lo que son «preciosas y reconocidas por el cariño entrañable de los hijos e hijas en cada hogar».
También mencionó a las mujeres solteras, quienes a su juicio «han hecho un don de sí en el cuidado de sus padres ancianos o enfermos, son ejemplos de caridad».
Por último, Valenzuela también se refirió a las monjas, quienes han optado por la vida religiosa para «vivir al servicio de todos».
Para todas, el arzobispo expresó su «admiración y alabanza» debido a que «derriban muros de la indiferencia para construir puentes de encuentro y cercanía en los niveles de la vida social, cultural y religiosa».