Los fiscales ya concluyeron los argumentos y el veredicto podría conocerse más tarde.
La fiscalía alegó que el senador Sergio de Gregorio, de un pequeño partido de centro-izquierda que respaldaba a Prodi, recibió 3.3 millones de dólares entre 2006 y 2008 para cambiar su lealtad política.
Berlusconi, también magnate de los medios de comunicación, negó la acusación de corrupción.
De Gregorio reconoció aceptar el dinero como senador. Su acuerdo con el fiscal le trajo una condena de ocho meses.
En caso de ser hallado culpable, Berlusconi no enfrentaría una pena en prisión, ya que el plazo de prescripción quedará sin efecto antes de que cualquier apelación se pueda completar.