La selección de Panamá se despidió anoche de la Copa América Centenario de Fútbol, con una derrota ante Chile.
El chileno Jean Beausejour (izquierda) y el panameño Miguel Camargo se disputan el balón, durante el encuentro de la Copa América Centenario. AFP
Pero con la baja de los habituales titulares como Felipe Baloy, Blas Pérez, Armando Cooper y Aníbal Godoy, no le quedó otra al técnico Hernán Bolillo Gómez que darle la oportunidad a los más jóvenes ante Chile y vaya que no la desaprovecharon.
Empezando con la defensa, Roderick Miller, quien según el técnico Gómez fue el mejor de Panamá en este torneo, no defraudó en sustitución de Baloy.
Miller pasó de ser lateral izquierdo, en el debut ante Bolivia, a ganarse su puesto en la defensa central junto con Baloy y Harold Cummings.
“Me alegra escuchar que el profe haya dicho eso, he venido trabajando fuerte y gracias a Dios las cosas se me han venido dando”, señaló al final del partido un satisfecho Miller.
El por ahora defensor del San Francisco FC confesó que jamás se le hubiese pasado por su cabeza que iba a ser de los mejores de su equipo en esta Copa América. “Nunca me lo hubiese imaginado”.
Miller, de 24 años, agradeció los consejos del capitán Baloy, con quien trabajó constantemente en los entrenamientos.
“Estoy muy agradecido con Baloy, me inculcó bastante en esta copa con su experiencia”.
Pasando al ataque, los dos goles de Panamá, en la derrota por 4-2 ante los actuales campeones, fueron obra de dos jugadores que celebraron sus primeros goles con la selección nacional.
El primero fue Miguel Camargo, quien con un potente derechazo al minuto cinco venció al arquero del FC Barcelona Claudio Bravo para poner a soñar a los de la Marea Roja con un posible pase a los cuartos de final, que a la postre no llegó.
Camargo, de 23 años, confesó al final del partido que “desde el primer minuto quería hacer el gol” y que el hecho de que su primer gol se lo anotó a un portero del Barcelona, es una experiencia que nunca olvidará.
El otro que también celebró su primer tanto con la selección absoluta fue Abdiel Arroyo, en un cabezazo en el segundo tiempo.
“Eso era algo que lo estaba buscando día a día y gracias a Dios lo pude encontrar en esta Copa América”, señaló Arroyo.
Con participaciones en los tres partidos del torneo, viniendo de la banca en el segundo tiempo, no hay duda de que el joven atacante de 22 años es un as bajo la manga que tiene el técnico Gómez.
Arroyo fue determinante en el primer partido ante Bolivia al dar el pase del gol de la victoria a Blas Pérez, al minuto 87, después de un desborde a pura velocidad por el sector derecho.
Acostumbrado más a jugar de extremo en la selección, ante Chile fue de las pocas veces que Bolillo lo utilizó en su posición habitual de delantero, acompañando a Gabriel Torres desde el inicio de la segunda parte, en lugar de los más estáticos Luis ‘Matador’ Tejada y Roberto Nurse.
¿Llegó la hora de los más jóvenes en la selección nacional? La respuesta no la tendremos hasta el mes de septiembre, cuando reinicien las eliminatorias mundialistas. Pero lo cierto es que los jóvenes le demostraron al Bolillo Gómez que están listos para más oportunidades en la selección nacional.
entrevista
Una victoria sobre Bolivia (2-1), y dos derrotas ante Argentina (5-0) y Chile (4-2) resumen el balance final de los tres partidos del onceno panameño en su primera participación en un torneo de esta envergadura.
El capitán, que no jugó ante los chilenos debido a una suspensión por acumulación de tarjetas amarillas, habló al final del partido en el Lincoln Financial Field en Filadelfia donde entre otros temas aplaudió las buenas sensaciones que dejaron los más jóvenes y coincidió con el técnico Hernán Bolillo Gómez, quien apuntó a Roderick Miller como el mejor jugador de Panamá en el torneo.
Baloy, de 35 años, confesó que deben trabajar en mejorar muchas cosas como defender la pelota quieta de cara a lo más importante que son las eliminatorias mundialistas en septiembre y reiteró su punto de vista sobre el relevo generacional al señalar que eso “llega con trabajo”.
Tu balance de la participación de Panamá.
Si lo vemos futbolísticamente es un balance bueno. Se hicieron cosas muy buenas en los tres partidos. Los resultados no demuestran eso, pero esos resultados no son tan importantes como los que podamos tener en septiembre contra Jamaica y Costa Rica. Nos vamos con el lado positivo, con los momentos muy buenos ante Argentina y Chile, entonces eso es lo que nos debe quedar y mejorar los errores que cometimos.
Bolillo apuntó a Roderick Miller como el mejor de Panamá en el torneo, ¿piensas igual?
Sin duda. A mí también me parece que Roderick hizo una gran copa, es un gran jugador, cada vez va creciendo más y eso es importante para la selección y el fútbol panameño. Yo siempre he dicho que el relevo no llega así por así, el relevo llega con trabajo y Miller es una muestra de eso. Poco a poco se va ir adueñando del puesto y eso es el relevo.
En esta etapa de autocrítica, ¿qué debemos corregir?
Mucho, mucho. Los goles que nos hacen de pelota parada no los podemos permitir más. Somos un equipo fuerte por arriba, y nos hacen goles por desatenciones y eso no puede pasar. Pasó aquí pero en las eliminatorias no nos lo podemos perdonar porque nos puede costar el pase a la hexagonal.
¿Qué enseñanzas dejaron todos esos rivales sudamericanos?
Jugar contra cinco equipos sudamericanos, que son en papel y hasta en nombres muy superiores a nosotros futbolísticamente es muy bueno. Y aquí Panamá demostró que no está tan lejos de poder hacerle buenos partidos a esas selecciones y lo demostramos.
Hablas del relevo generacional, ¿está listo ya ese cambio?
Hablando de mi posición pienso que los centrales que están aquí tanto Harold (Cummings) como (Roderick) Miller son jugadores que el entrenador puede en cualquier momento decidir ya sea por ellos, por mí, o Román (Torres), los cuatro estamos en un nivel donde podemos hacer el trabajo que el técnico decida.
¿Cómo calificas el trabajo defensivo?
Este equipo en defensa en la era del profe ha sido fuerte pero tenemos que hacernos más fuertes aún. En los últimos partidos de eliminatorias lo demostramos al no permitir un gol y eso es importantísimo. Entonces nosotros como defensa siempre tenemos que trabajar para dejar el cero atrás porque adelante tenemos jugadores importantes que en cualquier momento pueden meterla.
¿Qué hay en cuanto a tu futuro personal?
Mi futuro ahora no es nada cierto. No tengo nada. Yo termino contrato con Atlas, regreso a Panamá y ahí me quedaré unos días para ver qué sucede con mi futuro.