Durante el conteo de los votos en Eurovisión, parte del público abucheaba a la rusa cada vez que ganaba tantos, hasta el punto de que una de las presentadoras de la gala intervino y subrayó que en el certamen en Viena se trataba de actuaciones musicales y no de posiciones políticas.
Gagarina estuvo empatada gran parte del tiempo con el que al final se impuso como ganador, el sueco M ns Zelmerlöw. La artista agradeció al público europeo por haberle dado el segundo puesto. «¡Muchas gracias! ¡Sentí toda su energía!»